Os mostramos el cuarto capítulo de la serie documental que realiza SPORT-Prensa Ibérica con la colaboración de la empresa de telefonía HONOR.
La única gimnasta que ha logrado una medalla olímpica individual (plata en Barcelona'92) pero que, sin embargo, no ha recibido el reconocimiento ni el apoyo que merecían su gran gesta. Carolina Pascual atesora un extraordinario palmarés a pesar de haber competido solo durante cuatro años en la elite. Tiene tres medallas de bronce por equipos: una en el Campeonato de Europa de Goteborg de 1990, otra en el Campeonato del Mundo de Atenas de 1991 y otra en el Campeonato de Europa de Stuttgart de 1992. También fue plata individual en mazas en el Mundial de Alicante de 1993. Y, por supuesto, la medalla de plata olímpica individual en Barcelona'92.
"La gimnasia es como mi comida, mi dormir, mi descanso, es mi mundo, es lo que mejor sé hacer...", asegura Carolina Pascual, 32 años después.. "La gimnasia me lo ha dado todo, pero yo también lo he dado todo por la gimnasia. Y lo volvería a hacer. Volvería a pasar por los duros entrenamientos, por esos dolores, por el hambre...", recuerda la alicantina. Ser gimnasta de élite implica una exigencia enorme y Carolina tiene claro que aceptarlo es una decisión personal: "Nadie te obliga. Tú eres el que decide si quieres estar ahí o no. Y yo quería", explica rememorando sus inicios en este deporte.
"Mis primeras entrenadoras hicieron que yo amara la gimnasia y me lanzara a hacer mis primeras competiciones. Enseguida empecé a hacer podios y eso me animaba cada vez más", recuerda Carolina. Fueron tiempos duros, especialmente para la madre María Jesús, que tenía que hacer cada día el trayecto entre Orihuela y Murcia, tres horas de coche, para que la pequeña pudiera entrenar. Y se quedaba esperando fuera, otras cuatro horas, hasta que acababa la sesión. "Mi madre fue muy constante y nunca permitió que me distrayera". Fue tanto su esfuerzo que a los once años ya entró en el equipo nacional y se trasladó a Madrid, a vivir a un chalet en La Moraleja, con el resto de sus compañeras de selección.
Carolina Pascual, ahora entrenadora de niñas pequeñas, reconoce que le faltó apoyo tras su retirada. "Me vi perdida. Me faltaba algo...", explica. "Nadie me daba un lugar para entrenar, pero yo entrenaba a niñas en la calle. Me volqué en eso". Gemma Royo explica que "el deportista, cuando se retiraba, se enfrentaba, solo, con su familia, al regreso a la vida normal... y eso es un shock psicológico muy importante. Con 17 años eres una niña y nadie te asesora. Carolina podría haber tenido mucho potencial como entrenadora. Su talento no se ha gestionado correctamente. Y ella no ha sido capaz de gestionarlo sola...". "Me encanta ser entrenadora. Llevo 34 años entrenando niñas. Soy muy exigente, pero con cariño y simpatía...", explica Carolina, una CAMPEONA de HONOR que merece ser protagonista de este documental tan especial.
Video documental y entrevista completa en:
https://www.sport.es/es/noticias/deportes/carolina-pascual-beyonce-gimnasia-ritmica-mundial-97783234
Fuente: Sport
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