"Querida gimnasta,
Es normal sentirse cansada. Es normal sentirse exhausta. Es normal que sientas impotencia después de un largo día de estudios y entrenamiento.
Es normal que te enfades. Con la gente, con las materias de clase, con los aparatos. Es normal que quieras gritar y tirar todo lejos. Es normal. Eres humana y estás cansada.
Y es normal.
No siempre se puede tener un buen día, en el que todo sale a pedir de boca y luce maravilloso. No siempre se consigue sacar todo bien desde el principio. Hay veces que hay que intentarlo una y otra vez hasta que no puedes más. Hay veces que te preguntarás por qué algo que dominabas antes, ahora no te sale. Hay veces que te preguntarás por qué algo que no te salía momentos antes, te ha salido ahora.
A lo largo de tu carrera, y de tu vida, te preguntarás muchas cosas y pensarás en ellas durante mucho rato, pero déjame que te diga un par de cosas. Déjame que te diga que no porque algo no te salga después de cien intentos significa que no te va a salir nunca. Déjame que te diga también que no porque algo te haya salido bien cien veces significa que te va a salir siempre.
La vida tiene sus caprichos y a veces hay que pelear muy duro. Hasta el cansancio, hasta que quieres llorar de rabia. Pero todo esfuerzo tiene su recompensa.
Está bien fallar, claro que está bien, de los fallos se aprende mucho mejor que de los aciertos, no te frustres porque algo se te atasca, no te ofusques en ello porque al final, antes o después, lo vas a conseguir. Lo vas a conseguir porque trabajas, porque peleas y porque no te rindes.
Eso es lo importante. Trabajar, pelear y no rendirse. No te rindas nunca con nada porque la vida te dará tu recompensa en base a tu esfuerzo diario, a tus ganas. Nunca te rindas.
Tus padres no lo harán. Ni tu entrenadora, ni tus compañeras. Y yo no me rendiré contigo tampoco. Estamos todos contigo."
Autoría: Punteras Al Tapiz
No hay comentarios:
Publicar un comentario